Protección personal
La protección personal es responsabilidad de todos. Debe utilizarse el equipo de protección individual (EPI) adecuado a las circunstancias y a la tarea.
Bosch Professional¿Por qué es importante el equipo de protección individual?

No importa si el accesorio en la amoladora es un disco de amolado o de corte o una rueda de alambre: estás usando una herramienta giratoria a velocidades de entre 2500 y 11 500 RPM a muy poca distancia de tus manos, dedos, cuerpo y cara. Por eso es esencial llevar el equipo de protección individual (EPI) adecuado para garantizar tu seguridad y la de los demás.
Equipo de protección individual estándar
Gafas protectoras
Llevar gafas protectoras reduce el riesgo de lesión ocular, que puede tener muchas causas.
En una obra media se da un nivel de ruido de entre 80 y 90 decibelios (dB). Hay muchos tipos de dispositivos de protección acústica.


Las quemaduras son un riesgo habitual al usar amoladoras. La ropa ignífuga reduce el riesgo de quemadura, ya que cuenta con las siguientes características.

Es esencial proteger las manos frente a cortes, abrasiones y quemaduras. Unos guantes correctos pueden reducir el riesgo de lesión.
- Ajuste: Deben quedar bien ajustados y ofrecer gran movilidad.
- Calor: Al usar una amoladora, pueden generarse chispas que entrañan riesgo de quemaduras. Llevar unos guantes correctos puede protegerte las manos frente a estos riesgos.
- Material: Asegúrate de que los guantes estén hechos de un material apto para la tarea que vayas a llevar a cabo. La mayoría de las aplicaciones de amolado exigen guantes de cuero.

- Reducción de laceraciones: Los discos y ruedas de amolado pueden romperse o quebrarse y convertirse en proyectiles. Con un calzado correcto puedes reducir el riesgo de lesiones.
- Calor: Al usar una amoladora, pueden generarse chispas que entrañan riesgo de quemaduras. Llevar un calzado correcto puede protegerte los pies frente a estos riesgos.
- Caída de objetos: Es importante llevar botas resistentes a la compresión y a los impactos para reducir el riesgo de lesiones en el pie por caída de un objeto.